Esta es una historia de las que dan ganas de escuchar y ver, pues una valiente ardilla se encontró con un enorme gato peludo en la mitad del sol en un patio de una vivienda, pero qué sorpresa que el gato lo recibió con mucho cariño como si fuera un hijo, aunque la pequeña ardilla al principio parecía un poco tímida, pero cogió confianza cuando el gato se tumbó, demostrando así sus buenas intenciones, tanta fue la confianza que se le acurrucó a su lomo, tal como lo podrás ver a continuación.
Fuente: Google images
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